Ayer, la Sierra de Alcaraz vivió una de esas jornadas que quedarán grabadas en la memoria colectiva.
El Santuario de Cortes se llenó de vida para acompañar a la Virgen de Cortes en su regreso a Alcaraz, donde permanecerá con sus vecinos y visitantes durante las fiestas.
Uno de los momentos más esperados volvió a erizar la piel de miles de personas: las tres carreras.
La primera, al divisar la ciudad; la segunda, al encontrarse con el Cristo en la Calle Mayor; y la tercera, ya dentro de la Iglesia de la Trinidad, rumbo al altar mayor. Tres instantes únicos en los que la Virgen, alzada por los anderos, recorrió a hombros un camino de emoción indescriptible.
Pero la intensidad no terminó ahí. Apenas unas horas después, la devoción se trasladó a Peñas de San Pedro, donde tuvo lugar la multitudinaria romería del Cristo del Sahúco.
Más de 14 kilómetros de entrega, sudor y fe desbordada, con miles de personas corriendo bajo los brazos del Cristo o animando desde la cuneta, hicieron de esta jornada un espectáculo de tradición viva y sentimiento compartido.
Dos imágenes, dos caminos, dos pueblos, pero una misma esencia: la fuerza de unas raíces que se mantienen firmes en la Sierra de Alcaraz.
Un legado que no solo habla de fe, sino de identidad, unión y pertenencia, transmitido de generación en generación y que ayer volvió a poner los pelos de punta a quienes tuvieron la fortuna de vivirlo.
Fuente: Cuatro Cuencas Oficina de Turismo
Fotos: Cuatro Cuencas Oficina de Turismo
