Uno de los hechos más lamentables es la cantidad de basura que dejan los visitantes en nuestros ríos, fuentes, embalses y riachuelos, lugares, rincones, hermosos de nuestra sierra albaceteña.

En estos maravillosos parajes de la Sierra del Segura y la Sierra de Alcaraz, existen paisajes impresionantes y ríos purificados por la naturaleza que fluyen con singular encanto.

La belleza de nuestro entorno natural se ve amenazada por un problema alarmante: la basura que dejan los visitantes. Si bien es cierto que el turismo puede ser una fuente valiosa de ingresos y apreciación por la naturaleza, también ha traído consigo un desafío significativo: la contaminación que proviene de quienes, a menudo sin conciencia de sus acciones, desatienden el cuidado de nuestro hogar. Los ríos, como el Mundo y otros afluentes cercanos, son verdaderos tesoros naturales que nos ofrecen agua cristalina y un hábitat vital para diversas especies de flora y fauna.

Sin embargo, estos lugares se han convertido en vertederos improvisados debido al comportamiento irresponsable de ciertos visitantes. Botellas de plástico, envoltorios de comida, latas y otros residuos se acumulan en los márgenes y lechos de los ríos, deteriorando no solo la vista, sino también la calidad del agua y la salud del ecosistema.

Es desalentador ver cómo estos rincones, que deberían ser refugios de paz y tranquilidad, se convierten en zonas de suciedad y desechos. La naturaleza, que hemos aprendido a apreciar, se convierte en víctima de la falta de educación ambiental de algunos turistas, quienes parecen priorizar su disfrute personal sobre la responsabilidad ecológica.

El impacto negativo de la basura en nuestra sierra no se limita únicamente a la estética. La fauna y flora de la región sufren gravemente. Los animales, al ingerir plásticos o quedar atrapados en desechos, enfrentan riesgos para la vida y salud. Las plantas, por otro lado, se ven afectadas por la contaminación del suelo y el agua, lo que perjudica su crecimiento y reproducción.

Es fundamental poner remedio a esta situación antes de que sea demasiado tarde. La educación juega un papel esencial en este proceso. Es imperativo concienciar tanto a residentes como a visitantes sobre la importancia de mantener limpios nuestros espacios naturales. Campañas educativas que promuevan el respeto por el medioambiente y el principio de «no dejar rastro» pueden marcar una diferencia significativa.

Asimismo, es necesario aumentar la disponibilidad de contenedores de basura en puntos estratégicos de la sierra y en las rutas de senderismo. Facilitar que los visitantes dispongan de sus desechos de manera adecuada puede generar un cambio en su comportamiento. La solución a este problema no recae únicamente en las autoridades. Cada uno de nosotros tiene un papel crucial que desempeñar.

¡Cuidemos juntos de nuestro hogar natural!

«El Vérsatil» Por Dalmy Gascón.

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *