No todo son encierros, música y pasacalles en las fiestas de Aýna.
También hay espacio para el humor y la tradición más disparatada: el concurso de chillidos, que este año volvió a reunir a decenas de vecinos y vecinas dispuestos a dejarse la garganta en busca del grito más largo, potente y estruendoso.
Según recoge el Ayuntamiento en sus redes sociales, las auténticas protagonistas fueron Rosana, Isabel, Mariapi y, sobre todo, Maruja, que se alzó como la gran vencedora de esta edición.
Lejos de ser una improvisación, muchos participantes aseguran que ensayan durante días y siguen auténticos rituales para llegar en plena forma vocal: nada de abusar de la voz en la verbena de la noche anterior, cuidar la garganta como si de cantantes de ópera se tratara y, sobre todo, mucha concentración antes de subir al escenario.
El resultado fue un espectáculo tan estruendoso como divertido, que arrancó carcajadas, aplausos y más de un “¡olé esas gargantas serranas!”. Una cita única que demuestra que en Aýna saben pasarlo bien… incluso a grito pelado.
Aquí la prueba del nivel que había.