La Policía Nacional ha dado un golpe a una red de tráfico de cocaína con centro de operaciones en Albacete, que extendía su actividad a varias localidades de la región.
La operación se ha saldado con ocho detenidos, 380 gramos de cocaína, más de dos kilos de sustancia de corte y 40.000 euros en efectivo.
La investigación arrancó a principios de año cuando los agentes detectaron a un viejo conocido en las calles de Albacete, un individuo con antecedentes por narcotráfico que, tras salir de prisión, habría vuelto al “negocio”. Detrás de él, los investigadores descubrieron una organización de origen colombiano, perfectamente estructurada, dedicada a surtir a traficantes locales y de otras zonas de Castilla-La Mancha.
La droga llegaba cada semana desde Alicante y Madrid hasta la capital albaceteña, transportada por “correos” que cobraban por cada viaje.
Una vez en la ciudad, los cabecillas —el líder y su pareja— ocultaban la cocaína en trasteros de varios barrios, desde donde se distribuía a los clientes.
Entre los implicados destacaba también un hombre afincado en Argamasilla de Alba (Ciudad Real), encargado del transporte y almacenamiento de parte del material.
El golpe definitivo llegó a finales de agosto, cuando la Policía interceptó una operación de aprovisionamiento en Seseña (Toledo).
Allí fueron detenidos tres miembros de la red que intentaban mover la mercancía hacia Albacete.
En los registros realizados en Albacete, Argamasilla de Alba y Madrid, se localizaron las sustancias, el dinero y todo tipo de material para la manipulación y dosificación de la droga.
Tras esas primeras detenciones, cayeron otros cinco colaboradores, entre transportistas y traficantes de menor escala.
Con esta operación, la Policía considera desarticulada la red, aunque no descarta nuevas detenciones vinculadas al grupo.