Con la llegada del otoño, la naturaleza se viste de tonos ocres y dorados, y con ello llega también una de las temporadas más esperadas por los amantes del campo: la temporada de setas.
. En las Sierras de Segura y de Alcaraz, este fenómeno se convierte en un auténtico acontecimiento anual que reúne a micólogos, aficionados y curiosos de toda la península.
Estas sierras, situadas entre las provincias de Jaén y Albacete, ofrecen un entorno privilegiado donde la humedad, la vegetación y el clima se combinan para dar lugar a una gran diversidad de especies fúngicas. Desde las apreciadas amanitas caesareas hasta los sabrosos boletus edulis, el abanico de posibilidades es amplio, pero hay una seta que se lleva el protagonismo entre los buscadores: el níscalo.
Aunque no es la especie más codiciada por los grandes chefs, el níscalo también conocido como (Lactarius deliciosuS), es esa favorita de los recolectores aficionados por su abundancia, su inconfundible color anaranjado y su característico sabor. Su búsqueda se ha convertido en una tradición que mezcla la pasión por la naturaleza, la gastronomía y el disfrute del aire libre.
No obstante, la recolección de setas exige responsabilidad. Es fundamental conocer bien las especies antes de recogerlas, ya que existen variedades tóxicas e incluso mortales. La recomendación de los expertos es clara: si no se está seguro de una seta, mejor no tocarla. Lo ideal es salir acompañado por alguien con experiencia o consultar una guía micológica.
Además, el respeto por el entorno debe ser una prioridad. Tanto en montes públicos como privados, el comportamiento de los recolectores ha de ser ejemplar: no remover excesivamente el suelo, no dejar basura y respetar el hábitat natural de las especies. El bosque no solo ofrece sus frutos, también merece nuestro cuidado y gratitud.
Cada otoño, las Sierras de Segura y Alcaraz se transforman en un punto de encuentro entre naturaleza, conocimiento y tradición. Un lugar donde la paciencia, el respeto y la curiosidad se conjugan para disfrutar de uno de los mayores placeres que ofrece esta estación: el arte de buscar setas.
Dalmy Gascón 