La Guardia Civil de Albacete ha querido felicitar a todos sus seguidores en redes sociales compartiendo una imagen que ha cautivado a cientos de personas: un amanecer desde la bella localidad de Riópar, con el sol abriéndose paso entre las montañas de la Sierra, y un vehículo del cuerpo como testigo silencioso del nuevo día.
Una fotografía que simboliza serenidad, compromiso y presencia: la de quienes, desde hace décadas, velan por la seguridad y el bienestar de los vecinos en los pueblos de nuestra provincia, muchas veces en condiciones difíciles y con medios limitados.
Desde Objetivo Sierra de Albacete queremos destacar ese gesto sencillo, pero cargado de significado, y expresar nuestro reconocimiento hacia la Guardia Civil de los pueblos, la de cercanía, la que conoce a la gente por su nombre y sigue representando el respeto y la confianza ciudadana.
Sin embargo, no todo el cuerpo es percibido de igual manera. Mientras la Guardia Civil rural sigue siendo símbolo de servicio y entrega, los agentes de tráfico —dependientes también de la misma institución— han ido perdiendo parte de esa consideración social, en parte por haberse convertido, bajo las órdenes de los distintos gobiernos, en una maquinaria recaudatoria más que preventiva.
No se trata de cuestionar su labor —que en muchos casos sigue siendo ejemplar y vital para nuestra seguridad—, sino de recordar que la seguridad vial no se construye solo a base de sanciones, sino también con carreteras seguras, bien mantenidas, sin baches y correctamente señalizadas.
Quizá ahí esté la clave para empezar a cuidar de verdad la vida de quienes circulan por nuestras vías, especialmente en zonas rurales donde los recursos y la vigilancia son menores.
La imagen compartida por la Guardia Civil de Albacete nos deja una reflexión y una esperanza: la de seguir valorando a quienes están sobre el terreno, protegiendo, ayudando y dando ejemplo, y exigir a las administraciones que doten a todos ellos de medios y condiciones dignas para seguir sirviendo con orgullo.
Desde Riópar, desde nuestra Sierra, un amanecer que es también un recordatorio: cuidar a quienes nos cuidan es el primer paso para vivir más seguros.