La segunda cita del fin de semana dentro de las Jornadas de Puertas Abiertas de las Almazaras de la Sierra de Alcaraz, iniciativa divulgativa que durante todo el mes de noviembre está acercando el mundo del olivar a vecinos y visitantes, ha tenido lugar este domingo en la Almazara de Alcaraz, especializada en aceite totalmente ecológico.
Tras la jornada celebrada ayer en la Cooperativa de Villapalacios, ha sido el turno de un recorrido completo por uno de los espacios productivos más emblemáticos de la comarca, donde se ha mostrado el proceso del aceite desde el olivo hasta la bodega.
La visita combinó teoría, demostración en un olivar y una cata de distintos AOVE, además de una degustación de productos típicos de la zona
La actividad comenzó en el exterior, con un breve paseo hacia un olivar tradicional donde los asistentes pudieron ver de primera mano la técnica del vareo y el modo en que se recoge la aceituna. Desde allí se realizó una explicación detallada sobre las variedades predominantes en nuestro territorio, especialmente la cornicabra en Castilla-La Mancha y la importancia del clima mediterráneo como factor determinante en la expansión histórica del olivo a lo largo del entorno peninsular.
Una de las partes más esperadas fue la exposición técnica a cargo de Juan Parras, de la Asociación Tierra Verde, que explicó de manera clara cómo el olivo africano primitivo se adaptó durante miles de años a los distintos suelos y altitudes del Mediterráneo, dando lugar a más de quinientas variedades identificadas en la Península Ibérica. También detalló cómo la mecanización y la reducción de mano de obra han transformado la estructura de los olivares en las últimas décadas y cómo esta evolución convive con cultivos tradicionales que aún conservan el porte de tres pies.
“Hoy disfrutamos aceites que no se conocieron hasta hace apenas unas décadas, auténtico zumo de aceituna”, recordó el técnico durante la explicación
Posteriormente, ya en el interior de la almazara, la gerente Lidia dirigió el recorrido por las instalaciones explicando cada fase del proceso, desde la llegada del fruto a las torbas hasta la extracción del aceite mediante batidoras y centrifugadoras. Se mostraron los sólidos que terminan convertidos en subproductos como hojas para ganado, hueso para biomasa u orujo para usos industriales, así como el proceso de decantación que permite obtener aceites limpios y transparentes.
El público pudo conocer las diferencias entre aceite virgen extra (acidez inferior a 0,8), virgen (menos de 2) y los aceites refinados, además de la importancia del análisis físico y el panel de cata para detectar posibles defectos. Se recordó que el color del aceite no determina su calidad y que por eso las catas profesionales se realizan en vaso azul para evitar condicionamientos visuales.
La jornada concluyó con una cata dirigida donde se compararon tres aceites diferentes, distinguiendo aromas, intensidad, notas verdes o maduras y el característico picor en la garganta propio de los mejores zumos de aceituna. La degustación final de productos típicos de la zona cerró una actividad que ha mostrado de forma directa el valor cultural, económico y gastronómico del aceite en la Sierra de Alcaraz.
La próxima semana será el turno de las almazaras de Bienservida y Villaverde de Guadalimar, que cerrarán unas jornadas que están teniendo gran acogida en la comarca
Con estas actividades la Sierra de Alcaraz continúa divulgando un patrimonio que une tradición, paisaje, economía rural y una de las señas de identidad más importantes de todo el territorio: el aceite de oliva virgen extra.













