Cuando hablamos de planificación de rutas y recorridos senderistas, inevitablemente aparecen tres conceptos fundamentales: waypoints, tracks y mapas. Estos, junto con una buena compañía y un buen almuerzo, son los elementos necesarios que convierten una excursión en una experiencia segura, eficiente y plenamente disfrutable.

La Torca de los Melojos se encuentra en la zona oeste del Parque Natural, dentro del término municipal de Cotillas. Si no conoces el lugar, cuesta imaginar que en lo alto de los calares pueda existir un bosque relíctico de Quercus pyrenaica, el melojo. Esta especie, generalmente de porte arbóreo, se desarrolla aquí gracias a las arenas silíceas que afloran en este sector del Calar del Mundo, un refugio donde el árbol ha logrado mantener su presencia en forma de un pequeño pero valioso bosque.

El roble melojo pertenece a la familia Fagaceae, la misma en la que encontramos a carrascas y quejigos, especies mucho más habituales en estas sierras del sur de la provincia de Albacete. Todo apunta a que el melojo ha ido retrayéndose progresivamente de este hábitat, quedando aislado en algunos puntos de la sierra entre Albacete y Jaén, donde se conservan otras poblaciones dispersas.

Esta especie está protegida como de interés especial en la provincia de Albacete.

El bosque aparece en una amplia dolina y en una ladera con vistas a Cotillas, mezclándose con otras especies como el quejigo, el olmo de montaña o el pino blanco.

Pasear por el bosque de la Torca de los Melojos te transporta a latitudes más norteñas: troncos cubiertos de musgo, un suelo alfombrado de hojarasca y un ambiente que invita a comprender la maravilla y la necesidad de proteger y conservar este punto de interés del Parque Natural.

La Ruta

Como hemos comentado en otras entradas, aunque conozcáis bien la zona, si vais a realizar una ruta senderista es fundamental planificar el recorrido con antelación. Personalmente, lo considero imprescindible.Es recomendable, si te manejas con aplicaciones como IGN, OruxMaps u otras similares, llevar un track ya grabado por otros senderistas que hayan hecho el camino antes, o incluso uno propio que hayas planificado previamente. Esto no solo facilita la orientación, sino que también mejora la seguridad y permite disfrutar del entorno con mayor tranquilidad.

Existen muchas rutas que suben a la torca en muchos repositorios como Wikiloc. Yo para esta ruta me he descargado un track de un vecino, Joaquín Altuzarra, aprovechando parte de su trazado.

Iniciamos la ruta desde las casas de La Casica, una pequeña aldea situada en el Hueco de Tus. Este recorrido se caracteriza por un primer tramo con bastante desnivel, que deberemos superar hasta alcanzar la parte alta del calar. El ascenso bordea el Poyo de Cotillas, buscando el antiguo camino conocido como el camino del Estraperlo.

Este sendero era utilizado tradicionalmente por los lugareños para desplazarse de una zona a otra del Calar del Mundo desde Tus hasta Cotillas y Villaverde y servía como vía de comunicación para el comercio y el intercambio, principalmente de alimentos. El camino no tiene pérdida: va remontando por antiguos jorros de madera y, ya en lo alto del calar, asciende por un portillo hasta alcanzar la plataforma calcárea.

Atrás vamos dejando las vistas al valle de Tus y al Molejón de Moropeche, en una mañana apetecible, sin frío, con un otoño que se resiste a entrar y unas lluvias que aún no han hecho acto de presencia. Aun así, lo poco que ha caído en esta zona ha sido suficiente para que alguna seta asome entre la hojarasca.

Si algo caracteriza este camino son los mojones de piedra, colocados como guía para no despistarse en los días de niebla, el principal peligro de caminar por el calar junto con las ventiscas de nieve.

El Calar del Mundo se presenta aquí con su característico campo de dolinas de este karst, adornado por espinos y algún que otro arce que crece en las bases de terra rossa. Es espectacular que este paisaje exista en esta zona. El Calar del Mundo y el de la Sima son una auténtica maravilla, y poder recorrerlos tranquilamente es uno de los grandes lujos que nos regala la vida.

Esta ruta no es larga ni difícil; quizá el primer desnivel sea lo más duro. El resto consiste en ir sorteando las dolinas o torcas hasta atravesar, de extremo a extremo el ancho del Calar del Mundo.

A la Torca de los Melojos se llega por su parte alta, dando vistas a la Sierra de Alcaraz. Antes de alcanzarla, vimos ciervos y gamos, lo que nos abrió el apetito y decidimos Bruno y yo, que volvió a acompañarme en esta salida parar a almorzar.

A esta ruta suelen venir muchos grupos y, ya sabes, si quieres ver fauna lo mejor es alejarse del bullicio. Así que dejamos pasar a un grupo que, casualmente, era Yeste Paso a Paso. Los vimos antes de cruzar el calar, pero intentamos tomar la delantera para no juntarnos con ellos. Bruno y yo sabemos bien que, para observar animales, lo mejor es avanzar sin ruidos.

Una vez que almorzamos, bajamos a la torca y disfrutamos de ese maravilloso bosque: de sus colores, del musgo que cubre los árboles, de la hojarasca y sus matices otoñales. La recorrimos para que Bruno la conociera bien, mientras el saludo de un grupo y otro de senderistas era constante. Como nosotros, muchos habían elegido este punto de interés para hacer una parada obligada.

Por Antonio Iván Rodríguez Guerrero. Rutas y Recorridos.