El calendario escolar de Castilla-La Mancha para el curso 2025-2026 ha sustituido los términos Navidad y Semana Santa por expresiones como “descanso del primer trimestre” y “descanso del segundo trimestre”.

Un cambio formal, sin impacto real en los días lectivos, pero que ha servido para que Vox Albacete trate de abrir un debate identitario donde no existe ningún problema práctico.

Desde este medio observamos con perplejidad que Vox, en lugar de centrar su acción política en cuestiones que sí condicionan el día a día de la ciudadanía de Albacete y de la Sierra, haya preferido fijar su discurso en un asunto puramente nominal. No desaparece ninguna fiesta, no se modifica ninguna tradición, no se altera ningún día de descanso ni ninguna celebración cultural. Solo cambia la denominación administrativa en un documento oficial.

“Al pueblo de Albacete le preocupa la vivienda, el empleo, las listas de espera, las carreteras y la despoblación. No cómo se titula un descanso escolar.”

Resulta llamativo que el partido dedique notas de prensa completas a un tema irrelevante mientras, en nuestra provincia, continúan pendientes asuntos de verdadera trascendencia pública: carreteras comarcales que siguen sin recibir inversiones suficientes, familias que no pueden acceder a una vivienda digna, municipios rurales que carecen de personal sanitario, centros educativos que necesitan reformas urgentes, pedanías que esperan conectividad real o pueblos que siguen quedando aislados por falta de autobuses.

Ese es el terreno donde esperamos ver a los partidos políticos, sean del color que sean. Fiscalizando al Gobierno, sí. Presionando para que se invierta más y mejor, también. Empujando para que Castilla-La Mancha y la provincia avancen, por supuesto. Pero con seriedad y prioridades claras.

Cuando Vox Albacete dedica su mensaje público a “la desaparición de las palabras Navidad y Semana Santa”, mientras ni una sola línea se dirige a la falta de vivienda pública, a la precariedad laboral, a la sanidad rural que sobrevive gracias al voluntarismo o al abandono de infraestructuras provinciales, algo falla. Falla su jerarquía de prioridades.

El poder, cualquier poder, necesita oposición firme. Oposición incómoda. Oposición útil. Nadie que gobierne debería sentirse demasiado a gusto en su sillón. Pero el papel de la oposición no puede reducirse a titulares fáciles y polémicas huecas. No construye nada. No aporta nada. No mejora la vida de nadie.

Castilla-La Mancha seguirá celebrando la Navidad como siempre. La Semana Santa como siempre. Las tradiciones no desaparecen por un encabezado, igual que la identidad de un pueblo no se debilita por un formulario administrativo. Lo que sí puede debilitarse es la confianza de la ciudadanía cuando sus representantes pierden el foco de lo verdaderamente urgente.

Desde Objetivo Sierra de Albacete, deseamos ver a Vox Albacete —y a cualquier fuerza política con representación— reclamando inversiones en carreteras, defendiendo más personal sanitario en los consultorios rurales, exigiendo vivienda pública que frene el éxodo, presionando por transporte digno para los estudiantes de la Sierra y fiscalizando con rigor al Gobierno regional cuando toque hacerlo.

Ahí es donde encontrarán nuestro aplauso. Ahí es donde se demuestra compromiso real con la tierra.
En cuestiones de papeles y nomenclaturas, que cada cual crea lo que quiera.
En cuestiones de futuro para Albacete, ahí sí que nos van a encontrar vigilantes.

Opinión: Por César Martínez.