En los municipios de la Sierra de Albacete proliferan los carteles que apelan al civismo bajo mensajes como “Tu perro, tu responsabilidad”, en este caso el Ayuntamiento de Bienservida.
Y no es para menos: según los últimos datos, en España ya hay más perros censados que niños, lo que evidencia la importancia social y afectiva que tienen las mascotas en la vida rural actual.
Las campañas buscan recordar dos obligaciones básicas: llevar siempre a los perros atados en espacios públicos y recoger sus excrementos. Medidas de sentido común que, no obstante, siguen sin cumplirse por parte de algunos propietarios, generando un problema creciente en calles, plazas y caminos.
La intención de los ayuntamientos es buena, pero muchos vecinos señalan una carencia evidente: la falta de papeleras y puntos de recogida específicos. No son pocos los casos en los que una persona recorre varios kilómetros —a menudo por zonas rurales o senderos— con una bolsa en la mano sin encontrar un lugar donde depositarla.
La educación y la conciencia cívica son esenciales, pero también lo son las soluciones reales. De poco sirve multiplicar las sanciones o prohibiciones si no se acompaña de una mínima infraestructura que facilite el cumplimiento de la norma.
Porque, al final, se trata de equilibrio: sí a las campañas de sensibilización, pero también sí a más papeleras, contenedores y espacios adaptados para que la convivencia entre vecinos y mascotas no se convierta en un nuevo motivo de conflicto.
En los pueblos de la Sierra, donde la vida aún se mide a pie y la cultura de las mascotas ha cambiado, ya que antes el corral era el lugar habitual el hogar de muchos perros ,ahora, sin embargo el perro son parte del día a día, están en casa, «son como hijos» nos dice un dueño, por tanto, la solución pasa por combinar responsabilidad, civismo y, sobre todo, sentido común.
