Toledo acogerá el próximo 24 de septiembre la II Cumbre de Comunidades Energéticas, considerada el congreso más importante de España sobre estas fórmulas de socialización de la energía.
El encuentro, organizado por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) con la colaboración de la Junta de Comunidades, reunirá a más de un centenar de especialistas en el Palacio de Congresos ‘El Greco’.
La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha subrayado que este evento supone un reconocimiento al liderazgo de Castilla-La Mancha en renovables y ha anunciado nuevas ayudas para la creación de comunidades energéticas con fondos europeos, destinadas tanto a particulares como a empresas. Además, recordó que ya existe un departamento específico en la Oficina Regional de Asesoramiento Energético para guiar gratuitamente a quienes deseen impulsar este tipo de proyectos.
La región vive un momento histórico en autoconsumo: más de 49.600 instalaciones fotovoltaicas ya están en funcionamiento, con una potencia instalada que supera los 888 megavatios, cifras que multiplican por 13 las de hace apenas seis años. Un auténtico efecto llamada para extender ahora el modelo de comunidades energéticas, que permiten generar y consumir energía de forma colectiva, reduciendo costes y avanzando en la descarbonización.
El reto: proyectos valientes en nuestros pueblos
Desde la Junta se citan como ejemplos las comunidades energéticas del casco histórico de Toledo o de Ballesteros de Calatrava, reconocidas recientemente en los Premios Regionales del Día Mundial del Medio Ambiente. Sin embargo, más allá de los datos y los discursos, queda un reto mayor: que este encuentro en Toledo sirva para dar un paso real hacia pueblos autosuficientes y más verdes, como ya se impulsa en Albacete capital de la mano de la Diputación, tal y como recordábamos en nuestro editorial.
El desafío no es menor: que estas iniciativas no se queden en la foto de la cumbre, sino que se traduzcan en proyectos tangibles en cada rincón de la región. Porque solo así lograremos que Castilla-La Mancha lidere no solo en cifras, sino en un cambio real que acerque la soberanía energética a nuestros pueblos y a quienes viven en ellos.
