El sol se despide lentamente tras las montañas, y el cielo se enciende en tonos de fuego.
Desde la Oficina de Turismo de Létur, nos llega esta imagen que parece sacada de un lienzo: el día se rinde ante la noche y las nubes anuncian el cambio. Baja la temperatura, el aire huele distinto y el otoño llama suavemente a la puerta.
Los atardeceres son bellos en cualquier rincón del mundo, pero en la Sierra de Albacete tienen algo más: son mágicos. Quizás sea el silencio roto solo por los pájaros, quizá sea el relieve que dibuja sombras imposibles, o tal vez el alma serrana que nos recuerda que aquí la vida va a otro ritmo.
En Objetivo Sierra de Albacete no podemos evitar ponernos poéticos al contemplar estas escenas. Porque cada ocaso en la Sierra es un regalo: una promesa de que mañana habrá un nuevo amanecer y de que, mientras tanto, tenemos la suerte de vivir bajo uno de los cielos más hermosos que existen.
Foto: Facebook Turismo Létur
