La plaza de toros de Riópar se llenó ayer domingo de ambiente y color con la celebración del Gran Prix, uno de los actos más esperados y divertidos de la Semana Cultural, que sirve de antesala a las fiestas patronales.

Numeroso público se dio cita en las gradas para disfrutar de esta peculiar competición, una especie de “Humor Amarillo” adaptado, donde las peñas locales fueron las auténticas protagonistas. Ataviados con camisetas de colores y mucho sentido del humor, los participantes se enfrentaron a las diferentes pruebas preparadas en el ruedo, despertando las risas y aplausos de los asistentes.

La tarde estuvo marcada por la fiesta, la diversión y la complicidad entre público y participantes, que convirtieron el evento en un gran éxito de participación y animación.

Con este acto, Riópar calentó motores para sus fiestas, demostrando una vez más que tradición y diversión se dan la mano en el corazón de la Sierra.