La plaza de toros de Riópar vivió este jueves una vibrante tarde de rejoneo que mantuvo al público entregado desde el primer pase hasta el ocaso.
Una jornada festiva que demostró la calidad de los rejoneadores y la fuerza de los caballos, en un espectáculo que quedará en la memoria de los asistentes.
La tarde comenzó con faenas que hicieron levantarse a los aficionados, con ejecuciones certeras y un ambiente de auténtica comunión entre el ruedo y los tendidos.
Francisco Fernández brilló con luz propia en el segundo y quinto toro de la tarde, logrando los máximos trofeos y erigiéndose como el gran triunfador de la jornada.
El rejoneador Manuel Sánchez “Panita” mantuvo una notable conexión con el público y mostró una magnífica cuadra de caballos toreros. Su faena estuvo marcada por la entrega y la pasión, aunque con dificultades en la suerte suprema. Pese a ello, logró arrancar los aplausos del respetable, que reconoció su esfuerzo y entusiasmo.
El ambiente en la plaza fue de auténtica fiesta, con ovaciones, vueltas al ruedo y vítores que acompañaron las mejores faenas.
La tarde dejó imágenes de emoción y arte ecuestre, premiando con orejas, rabo y vueltas al ruedo a los protagonistas de un espectáculo completo y variado.
Con el listón muy alto, la Sierra del Segura volvió a ser escenario de un festejo taurino memorable, donde el rejoneo demostró estar más vivo que nunca.
Desde la tierra donde nace el Mundo, Riópar despidió con orgullo una tarde de toros para recordar.















