La pasión de Paloma Serrano por El Quijote ya no cabe en las estanterías de su casa ni en las paredes de La Casica, el espacio cultural que impulsa en Bienservida.

Su próxima aventura consiste en algo tan sencillo como poderoso: pedir a la gente que abra sus casas, sus baúles y sus recuerdos para construir, entre todos, una gran exposición colectiva en torno a la obra de Cervantes.

La muestra, que está previsto inaugurar en primavera, coincidiendo con el Día del Libro, reunirá ediciones de El Quijote de todas las épocas y formatos, así como objetos vinculados al universo cervantino: figuras, cajas antiguas, ilustraciones, biografías y curiosidades que ayuden a contar, de forma muy cercana, cómo este clásico ha acompañado la vida cotidiana de generaciones.

Una exposición hecha con los libros y recuerdos de la gente

Aunque Paloma reside en Madrid y ejerce allí como periodista, lleva años volcada en la rehabilitación de la casa y la finca de su abuela en Bienservida. De ese proyecto nació La Casica: un espacio rural pensado para acoger charlas, presentaciones de libros, pequeñas actuaciones y encuentros culturales, con especial atención a la Sierra, La Mancha y la provincia de Albacete.

Ahora, La Casica da un paso más con esta exposición de El Quijote construida de abajo arriba:

La idea es sencilla: que cada persona que tenga en casa una edición, un objeto o un recuerdo ligado a El Quijote pueda prestarlo para la muestra. No hace falta haber leído la novela cinco veces; basta con tener algo que contar a través de ese libro o ese objeto.

La propuesta está abierta a vecinos de Bienservida, del resto de la Sierra de Albacete y de pueblos cercanos, y ya ha comenzado a recibir materiales que confirman que la intuición de Paloma era cierta: en casi todas las casas hay, al menos, un Quijote… y, a veces, pequeñas joyas inesperadas.

Los primeros tesoros: de una caja de membrillo a un caballero de madera

Desde La Casica informan de que las aportaciones ya están llegando “desde distintos puntos de la zona”. Uno de los últimos en sumarse ha sido Nacho Sánchez, vecino de Bienservida, cuyos objetos formarán parte de la futura exposición.

Entre las piezas que ha cedido se encuentran:

  • Una caja antigua de dulce de membrillo de Puente Génave, cargada de memoria y de paisaje compartido entre sierras vecinas.
  • Una edición especial de El Quijote publicada con motivo del IV Centenario.
  • Una figura del Caballero de la Triste Figura tallada en madera, que aporta el toque escultórico y artesano.
  • Y una biografía de Miguel de Cervantes, que ayuda a completar el contexto del autor.

Ejemplos como este muestran el espíritu de la muestra: no se trata solo de reunir libros raros, sino de rescatar historias personales y familiares ligadas al Quijote y al mundo rural.

Un inventario vivo y el nombre de quien presta cada pieza

La Casica se ha comprometido a tratar con máximo cuidado todo lo que reciba. Cada libro u objeto será:

  • Registrado en un inventario detallado.
  • Etiquetado en sala con el nombre de la persona o familia que lo ha prestado.
  • Devuelto a su propietario una vez concluida la exposición.

El objetivo es que la muestra sea, además de un recorrido por siglos de ediciones y miradas sobre El Quijote, un homenaje a la gente que lo hace posible: vecinos anónimos que abren sus casas para compartir un pedazo de su biblioteca o de su memoria.

Del clásico intocable al libro que se hojea en familia

Una de las ideas de fondo de Paloma Serrano es acercar El Quijote a la vida real. Ella misma reconoce que, en su casa, conviven distintas ediciones: desde versiones infantiles para sus hijos de cuatro y seis años, hasta adaptaciones escolares comentadas o ediciones más clásicas pensadas para adultos.

En lugar de juzgar a quien nunca se ha atrevido con la novela, La Casica propone otra cosa: usar esta exposición como excusa para mirarla de nuevo, descubrir una edición antigua, una ilustración sorprendente, una adaptación para niños o un ejemplar heredado de los abuelos. Si alguien se decide a leerla por primera vez, o a retomarla después de años, la iniciativa habrá cumplido, además, una misión añadida.

Cómo colaborar en la exposición de El Quijote de La Casica

Cualquier persona que quiera prestar libros, ediciones especiales, objetos o recuerdos relacionados con El Quijote o con Cervantes puede ponerse en contacto directamente con La Casica de Bienservida.

Para ofrecer materiales o pedir más información, se ha habilitado el siguiente teléfono de contacto:

Teléfono de La Casica (Bienservida): 678 370 250

La organización anima a vecinos de la comarca, antiguos habitantes del pueblo, personas vinculadas a la zona y amantes del Quijote de cualquier rincón a participar en este proyecto colectivo:

Una exposición hecha con las manos, las bibliotecas y la memoria de la gente, desde un pequeño pueblo de la Sierra de Albacete, que reivindica que los grandes clásicos también se pueden leer —y celebrar— desde lo rural.