La carretera provincial AB-300, que conecta la autovía A-31 con el Parador Nacional de Albacete, permanece cortada al tráfico desde la tarde del lunes, 13 de octubre, debido a las intensas lluvias registradas en la zona de Chinchilla de Montearagón, que llegaron a superar los 45-50 litros por metro cuadrado en pocas horas.

El vicepresidente de la Diputación de Albacete y responsable del área de Obras, Fran Valera, ha visitado este martes la zona afectada junto a personal técnico del Servicio de Carreteras para evaluar los daños y coordinar los trabajos de reapertura, según ha informado la institución provincial.

Valera ha explicado que, con cada episodio de fuertes lluvias, se repiten los problemas en el paraje del Hondo de la Morena, donde la AB-300 se sitúa en el punto más bajo del terreno, provocando un importante embalsamiento de agua.

Debido al nivel de inundación actual, las labores de limpieza no pueden realizarse todavía. La prioridad es esperar a que descienda el nivel del agua para poder intervenir con maquinaria y restablecer la circulación a lo largo de la tarde o, en su defecto, a primera hora del miércoles.

Accesos seguros al Parador Nacional

Durante la visita, Valera ha mantenido una conversación con Javier Álvarez, director del Parador Nacional de Albacete, para seguir la evolución de la situación. El establecimiento mantiene operativa su entrada y salida por la carretera de Murcia, en condiciones de plena seguridad y normalidad.

El vicepresidente ha señalado que la Diputación permanece en coordinación con los organismos competentes, como la Confederación Hidrográfica del Júcar y el Gobierno de España, ya que las infraestructuras próximas, como la autovía y la línea ferroviaria, podrían estar dificultando la evacuación natural de las aguas.

Asimismo, ha avanzado que se valorarán soluciones a largo plazo, como la posible elevación del trazado de la carretera, aunque estas actuaciones requerirán previamente medidas hidráulicas más amplias que garanticen su eficacia.

La Diputación de Albacete continuará monitorizando la evolución del terreno y el nivel del agua con el objetivo de reabrir la AB-300 lo antes posible, garantizando la seguridad de los conductores y la normalidad del tráfico.