La Feria de Albacete vuelve a poner en el centro a lo que nos hace únicos: la navaja y la cuchillería.

El Acto de Hermandad de la Asociación de Cuchillería y Afines (APRECU) reunió, como cada año, al sector cuchillero, a sus gentes y a quienes entienden que hablar de navaja en Albacete no es hablar solo de una herramienta, sino de un símbolo que nos define.

Este 2025, el título de Cuchillero Mayor fue para el coronel Jesús Manuel Rodrigo Sánchez, jefe de la Guardia Civil en Albacete, reconocido por su apoyo al sector y a campañas como “Viaja con tu navaja”, que permiten que quienes pasan por la Feria puedan llevarse un recuerdo auténtico y legal. Un guiño irónico, porque si algo sabemos en esta tierra es que, aunque a veces la Guardia Civil te pueda requisar la navaja en un control, la navaja para el pan y el tomate nunca falta en el almuerzo.

El acto sirvió también para rendir homenaje a artesanos y empresas que han dado vida a este oficio: desde maestros de Madrigueras hasta Taramundi, pasando por las grandes casas como Arcos Hermanos. Porque la cuchillería no solo es industria, son también historias de familia, de tradición y de orgullo.

En la Feria se entregaron los premios del XLIV Concurso de Cuchillería y del XXXV Concurso Literario La Navaja, que mantienen vivo el ingenio, la creatividad y la memoria de un sector que genera cerca de 1.000 empleos directos y mueve alrededor de 30 millones de euros en exportaciones. Europa compra, sí, pero aquí lo que de verdad nos importa es que la navaja sigue siendo la mejor embajadora de Albacete.

Porque no hay merienda en el campo sin ella, no hay mesa de pueblo que no la saque para cortar un chusco de pan, un tomate o un trozo de queso. La navaja es industria, cultura y vida cotidiana. Es marca registrada en el mundo y, al mismo tiempo, herramienta humilde en cualquier bolsillo serrano.

En definitiva, defender la cuchillería es defender nuestra forma de ser. Y mientras haya Feria, habrá navajas, habrá cuchilleros y habrá quien, con orgullo, las saque para compartir tradición y cortar un buen pedazo de almuerzo.