La evolución demográfica de los municipios serranos de la provincia de Albacete continúa marcada por la tendencia general a la pérdida de población.

Según los últimos datos actualizados entre los años 2019 y 2024, solo algunos núcleos como Riópar o Letur muestran un leve crecimiento, mientras que localidades como Elche de la Sierra, Alcaraz o Villapalacios registran un descenso continuado.

En Riópar, la población ha pasado de 1.332 a 1.353 habitantes, una mejora que puede vincularse a su creciente atractivo turístico. Letur, por su parte, incrementa su censo en apenas diez personas, alcanzando los 929 habitantes, un dato simbólico pero que rompe con la dinámica negativa de años anteriores.

Más preocupante es el caso de Elche de la Sierra, que pierde 48 habitantes en cinco años, situándose en 3.576. La bajada en Alcaraz, que pasa de 1.405 a 1.351 vecinos, también evidencia las dificultades que enfrentan municipios medianos para mantener población activa. En Villapalacios, la caída es más suave. pero constante, de 589 a 583 habitantes.

Otros Municipios.

Yeste se mantiene estable con 2.530 vecinos.

En Molinicos, la población retrocede de 917 a aproximadamente 785 habitantes.

Aýna e Hogarra pierden terreno con reducciones de población, situándose en torno a los 600–750 habitantes.

Paterna del Madera cae a unos 339 vecinos, desde alrededor de 375 en años previos.

Bienservida pierde una veintena de habitantes respecto a 2020 y se queda cerca de los 550.

Entre los municipios más grandes, Elche de la Sierra baja de 3.944 a 3.576 vecinos, y Alcaraz pasa de 1.642 a 1.351.

Villapalacios y Villaverde de Guadalimar también retroceden, situándose en 583 y 310 habitantes respectivamente.

Estos datos reflejan una realidad estructural: la despoblación sigue siendo uno de los grandes retos de la Sierra de Albacete. Aunque algunos municipios han conseguido estabilizarse, el descenso generalizado persiste, especialmente en aquellos con menor diversificación económica o carencias en servicios básicos.

Desde las administraciones locales se insiste en la necesidad de adoptar medidas urgentes que promuevan el empleo, incentiven el arraigo juvenil y mejoren la conectividad. La futura apertura de residencias, proyectos turísticos y propuestas de vivienda accesible podrían marcar la diferencia en la próxima década.