La presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCLM), María Pilar Astray, ha advertido de la preocupante falta de personal judicial que sufre la región y de la necesidad urgente de reforzar infraestructuras clave como el Instituto de Medicina Legal de Albacete, que considera “otro punto negro” dentro del mapa judicial castellanomanchego.

Astray estima que, con la entrada en vigor de la tercera fase de la Ley de Eficiencia Organizativa —prevista para el próximo 1 de enero—, faltarán al menos 45 jueces en Castilla-La Mancha, una cifra que comprometerá la eficacia del sistema judicial si no se acompaña de una dotación presupuestaria suficiente.

“La ley nace muerta si no viene acompañada de más recursos”, afirmó la presidenta, subrayando que la prestación de la justicia en la región se ve perjudicada por la falta de plantilla y de medios.

Actualmente, el Consejo General del Poder Judicial solo ha considerado prioritarias diez de las plazas reclamadas por el TSJCLM, y otras cinco como “imprescindibles pero no prioritarias”. Ante ello, el Alto Tribunal ha solicitado una reconsideración.

Astray ha insistido en que la escasez de jueces no solo afecta al ritmo de la justicia, sino también al desarrollo económico regional.

“Dotar de plazas en ámbitos como el mercantil o el laboral puede ser un aliciente a la inversión y al crecimiento. Una justicia tardía frena la economía y genera inseguridad en el ciudadano”, señaló.

“Puntos negros” judiciales y la situación en Albacete

Además de la falta de jueces, la presidenta ha puesto el foco en las carencias estructurales de los edificios judiciales de Castilla-La Mancha.
Entre los casos más urgentes destaca el Instituto de Medicina Legal de Albacete, que “necesita un edificio donde poder prestar servicios con dignidad”.
Astray recordó que esta instalación “es esencial para la administración de justicia y para el respeto al trabajo de los profesionales que allí desempeñan su labor diaria”.

También mencionó deficiencias en los juzgados de Toledo, cuya planta bajo cubierta “se ha quedado pequeña”, y reclamó nuevas infraestructuras en localidades como Torrijos, Illescas o Talavera de la Reina, donde las mejoras están en marcha.

Según explicó, los alquileres provisionales y los espacios compartidos se han convertido en la norma para paliar la falta de espacio, una solución que considera “más costosa y menos eficiente” a largo plazo.

Justicia y modernización tecnológica

En cuanto a la digitalización y la eficiencia tecnológica, Astray reconoció avances, pero aseguró que “queda mucho camino por recorrer”.
Entre las mejoras pendientes, destacó la necesidad de implementar la inteligencia artificial en los procesos de tramitación guiada, lo que “haría todo más rápido y eficaz”.

La presidenta del TSJCLM concluyó con una reflexión sobre la justicia en la región:

“Llevo más de treinta años en la carrera judicial y todavía no he visto el cambio que necesitamos. Una justicia rápida, cercana y moderna es la que da confianza al ciudadano y fortalece la democracia”.


Información de Europa Press Castilla-La Mancha. Redacción adaptada por Objetivo Sierra de Albacete.

Foto: María Pilar Astray, presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha