La comarca presenta una nueva iniciativa para conectar turismo, sostenibilidad y desarrollo rural.
La Sierra del Segura sigue avanzando hacia un modelo de turismo más sostenible, más respetuoso con el entorno y con impacto real en los pueblos. Este miércoles se ha presentado oficialmente un nuevo servicio de alquiler de bicicletas eléctricas, pensado tanto para visitantes como para habitantes de la comarca que apuestan por una movilidad alternativa y limpia.
La iniciativa, impulsada por el Grupo de Acción Local de la Sierra del Segura, forma parte del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, un ambicioso proyecto que agrupa esfuerzos de ayuntamientos, asociaciones, vecinos y entidades públicas para revalorizar el territorio desde dentro, con una inversión global cercana a los 4 millones de euros.
En el acto, celebrado en Elche de la Sierra, han participado representantes de los 12 municipios que integran la comarca, así como responsables de turismo local y otras entidades vinculadas al desarrollo rural.
🚲 Turismo que mueve economía… y conciencia
La llegada de estas bicis eléctricas no es una acción aislada, sino un paso más dentro de una estrategia de fondo: impulsar un turismo que no se limite al verano ni a los fines de semana, y que genere actividad, empleo y oportunidades sin comprometer el entorno.
Además, añade un valor añadido a la experiencia de quienes visitan la zona, facilitando rutas en plena naturaleza y promoviendo una forma diferente de conocer los pueblos, sus senderos y su patrimonio.
🌱 Un plan con visión de futuro
El Plan de Sostenibilidad Turística en la Sierra del Segura busca fomentar la economía local, retener población joven y dar visibilidad a un territorio que tiene mucho que ofrecer durante todo el año. Entre sus líneas de acción destacan:
- Desarrollo de productos turísticos ligados a la naturaleza, gastronomía y cultura.
- Mejora de la movilidad y conectividad.
- Conservación del patrimonio.
- Digitalización de servicios turísticos.
- Promoción de la Sierra como destino diferencial en Castilla-La Mancha.
Aunque la Diputación de Albacete y otras instituciones colaboran económicamente con el plan, el verdadero motor del proyecto es el territorio: sus gentes, sus iniciativas y su firme voluntad de no quedarse atrás.
