Hoy hemos querido, de la mano de Serraneando con Amaro, hacer parada en Mesones, una de esas aldeas mágicas que parecen detenidas en el tiempo.
Cobijada entre los picos del Oso y los paisajes que dibujan los Calares del Mundo y de la Sima, Mesones es un rincón de piedra, agua y memoria donde el murmullo del río acompaña cada paso y las nubes parecen rozar las cumbres.
“Mesones es sierra en estado puro: piedra, agua y silencio compartiendo espacio con la historia y la vida sencilla de la montaña.”
Situada a unos 900 metros de altitud, pertenece al municipio de Molinicos y forma parte del Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima. Su propio nombre remite al pasado, pues antiguamente era lugar de posadas o alquerías que daban cobijo a los viajeros que recorrían estas sierras. Hoy, ese legado histórico se mezcla con el encanto de su paisaje: la aldea se levanta en la confluencia del arroyo de la Celada con el Río Mundo, abrazada por una ladera que la protege del norte y le regala horas de sol.
El visitante puede perderse por sus senderos, acercarse a las pozas de Mesones, esas pequeñas piscinas naturales que en verano refrescan el alma, o emprender alguna de las rutas que nacen en la aldea, como la que lleva hasta la antigua piscifactoría o la que se adentra en El Quejigal. Cada paso es un descubrimiento: molinos en ruinas, viejos cortijos, puentes de piedra y ese rumor constante del agua que convierte la caminata en una experiencia sensorial.
“Las pozas de Mesones son uno de sus secretos mejor guardados: cristalinas, naturales y rodeadas de un paisaje que invita a la calma.”
Hoy Mesones también se abre al turismo rural con opciones de alojamiento como el Camping Río Mundo, nuestra amiga Vero con el Rte Casa Nicolas y sus habitaciones, varias casas rurales etc , que permiten a los visitantes dormir arrullados por el río y despertar con el aroma de romero y pino. El pueblo mantiene su fisonomía tradicional, dividido en dos núcleos separados por el río, unidos por senderos y pequeños puentes que invitan a cruzar de un lado a otro como quien cambia de escenario en una misma obra.
Con motivo de esta parada especial, Serraneando con Amaro nos recuerda que Mesones no es solo un destino de paso: es un lugar donde quedarse, donde dejarse envolver por la sencillez de la vida serrana, donde cada rincón cuenta una historia y donde cada fotografía es un recuerdo imborrable.
“La Sierra del Segura guarda en aldeas como Mesones la esencia de lo que somos: naturaleza intacta, patrimonio vivo y hospitalidad sin prisa.”