Riópar ha puesto el broche al verano con la celebración de sus fiestas en honor a Nuestra Señora de los Dolores, con una programación que ha conjugado tradición, devoción y ambiente popular, atrayendo a numeroso público durante todos los actos celebrados.

El sábado ya había dejado momentos de hermandad y convivencia, con colchonetas para los más pequeños, una gran paella gigante para todos, la eucaristía y la esperada procesión seguida del tradicional baile de la Pita, que reunió a cientos de personas en un ambiente de alegría y unidad.

La participación de vecinos y visitantes volvió a confirmar que las fiestas de Riópar son una cita imprescindible en el calendario de la Sierra del Segura.

El día grande se vivió el domingo con la romería de la Virgen, que congregó a un gran número de asistentes en el paraje habitual. La procesión, acompañada de cánticos y rezos, se convirtió en un emotivo homenaje a la patrona, mientras el entorno festivo y musical daba color a la jornada.

El buen tiempo acompañó y permitió que la romería se desarrollara con un ambiente inmejorable, donde no faltaron la convivencia, las comidas compartidas y los reencuentros entre vecinos y visitantes.

En definitiva, Riópar volvió a demostrar la fuerza de sus tradiciones, logrando un año más unas fiestas que combinan religiosidad, cultura y diversión en honor a la Virgen de los Dolores.

Foto: Paella preparándose, Facebook Ayuntamiento.