La Sierra de Albacete, en pleno agosto, se transforma en un mosaico de sonidos, aromas y tradiciones que se repiten cada año como un ritual heredado.
Desde las calles empedradas de Letur hasta las plazas de Riópar, pasando por Molinicos, Bienservida o Cotillas, las noches se llenan de música, charangas y orquestas que invitan a bailar hasta bien entrada la madrugada.
Pero el verano serrano es mucho más que fiestas patronales. Es la hora de reencontrarse con la familia que vive lejos, de comer bajo las parras, de escuchar historias de los mayores a la fresca… y, cómo no, de dejarse llevar por la famosa maturranga, esa forma serrana de alargar la sobremesa con charla, risas y, a veces, un buen vaso de cuerva fresca.
En la zona de la Sierra de Alcaraz, la vida bulle estos días en pueblos como Vianos, Peñascosa, Villaverde de Guadalimar o Bienservida. Aquí, las rutas y paseos se convierten en el mejor plan para despejar la cabeza: desde la Vía Verde del Renacimiento de Alcaraz hasta el sendero que lleva a la Laguna del Arquillo o el ascenso al Pico de la Almenara.
Cuando cae la noche, el cielo limpio y estrellado —orgullo de nuestro Destino Starlight— recuerda que aquí la fiesta también está arriba, en forma de constelaciones. Y es que, entre verbenas, fuegos artificiales y tardes de piscina, el verano serrano sigue siendo un pequeño paraíso donde siempre pasa algo… pero a un ritmo que invita a quedarse.
Por César Martínez.
Foto: Fuente Wikipedia, Pico Almenara
